Equipe para sobrevivir

Sobreviviendo a un Desastre Natural o Inestabilidad Civil:


Los desastres naturales como huracanes, incendios forestales, terremotos, inundaciones y tormentas severas son fuerzas impredecibles que pueden ocurrir en cualquier momento.
Para la mayoría de nosotros, la realidad es que cuando las sirenas suenan, el cielo se oscurece o el suelo tiembla, lo que debe seguir no es una secuencia dramática de eventos aún más desafortunados, sino una serie de acciones concretas y sensibles al tiempo que pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte, o entre una recuperación segura y una crisis prolongada.


A continuación se presenta una guía paso a paso que se centra en lo que las personas normales pueden hacer en las primeras horas, días y semanas después de un desastre.

El consejo está diseñado para ser sencillo, accesible y aplicable a cualquier situación de vida, desde casas rurales o suburbanas hasta apartamentos de alto piso en el centro de la ciudad.

 

Las Primeras Horas: Tu Respuesta Inmediata

 

 

1. Prioriza la Seguridad Sobre las Pertenencias.


Cuando un desastre ocurre, la primera pregunta es: ¿Estás a salvo?
Si el edificio es estable (por ejemplo, un terremoto que dejó intacta la estructura), quédate adentro. Asegura los muebles sueltos con correas o cinta adhesiva, cierra las ventanas y protégete de los escombros caídos.
Si el edificio está comprometido (por ejemplo, un incendio forestal o un tornado que dañó el techo), mueve a un lugar más seguro, un edificio sólido o una habitación segura pre-identificada. No intentes salvar objetos valiosos; tu vida es mucho más valiosa.

 

2. Evalúa la Situación Rápidamente.


Escucha las instrucciones oficiales: Las estaciones de radio de emergencia locales, alertas meteorológicas y anuncios públicos te dirán si debes evacuar, quedarte en tu lugar o buscar refugio.
Revisa tus alrededores: ¿Hay inundación, una salida bloqueada o una tubería rota? Estos detalles te ayudarán a planificar tu próximo paso. Revisa el video del CDC para más información.

 

3. Revisa Tu Kit de Emergencia.

 

Los hogares deben tener un kit básico de supervivencia de 3 días.
¿Qué debería contener?
Una provisión de agua de 3 días (al menos 1 galón por persona al día), alimentos no perecederos, una linterna alimentada por baterías, baterías extra, un botiquín de primeros auxilios, medicamentos recetados, una pitilladora, una multi-herramienta, una radio portátil y copias de documentos importantes (ID, seguros, registros médicos, prescripciones de medicamentos).
En las primeras horas necesitarás moverte rápidamente; tener todo en una sola bolsa fácil de llevar significa que puedes salir sin buscar.

 

4. Comunícate.


Contacta a familiares o amigos: Hazles saber que estás a salvo y dónde te encuentras.
Usa un dispositivo de bajo consumo: Si la red celular está congestionada, una radio bidireccional o un mensajero satelital puede ser vital.

 

5. Preserva el Energía.


Apaga los electrónicos no esenciales.
Si tienes una batería portátil o un cargador solar: Carga tu teléfono y manténlo en modo avión para conservar la batería. Una linterna con LED de bajo consumo suele ser suficiente para una búsqueda rápida durante la noche.

En resumen, las primeras horas son una triage rápida de seguridad, información, suministros y comunicación. Una vez que te asegures de que no estás en peligro inminente, puedes enfocarte en la siguiente etapa.

 

Los Primeros Días: Sostener la Vida en Casa, Post-Desastre.

 

  1. Agua, Alimentos y Higiene.
    • Agua: Aunque el grifo siga funcionando, considera filtrarla o hervirla durante al menos 5 minutos. Lleva un recipiente que pueda contener una provisión de agua para dos días por persona.
    • Alimentos: Abastece de alimentos enlatados, MRE (raciones individuales de combate), pasta seca, arroz y snacks de alto contenido calórico. Usa una estufa portátil a propano o un pequeño asador eléctrico si tienes acceso a electricidad.
    • Higiene: El alcohol en gel, toallitas húmedas y una pequeña caja plástica para residuos mantienen bajo el riesgo de enfermedades. Si la plomería está dañada, usa un cubo como retrete improvisado y deséchalo (si es posible) o entierra los desechos siguiendo las directrices locales de salud.
       
  2. Mantén la Integridad del Hogar.
    • Techo y ventanas: Si una tormenta o granizo ha dañado el techo, cubre las áreas expuestas con un plástico o una manta grande. Protege las ventanas con tablas de madera sólidas para bloquear viento y lluvia.
    • Flujo de aire y calor: En clima caluroso, cierra las cortinas y usa ventiladores para mantener el interior más fresco. En clima frío, añade mantas aislantes en paredes y pisos para retener el calor.
       
  3. Gestión de Energía.
    • Prioriza: Usa la vida útil limitada de la batería del teléfono solo para llamadas de emergencia. Mantén encendida la linterna y una radio de bajo consumo.
    • Recarga: Si la red eléctrica aún está fuera de servicio, usa un cargador solar portátil o un cargador de banco de energía para mantener los dispositivos críticos funcionando.
       
  4. Controles de Salud.
    • Primeros auxilios: Inspecciona cortes, quemaduras o esguinces que puedan haber ocurrido durante la evacuación o mientras te movías. Usa el botiquín de primeros auxilios para tratar lesiones menores.
    • Bienestar mental: Los desastres pueden provocar ansiedad y depresión. Mantén una rutina: levantarte, comer, descansar y revisar las noticias. Si tienes un grupo de apoyo, programa llamadas o videollamadas regulares.
       
  5. Coordinación Comunitaria (comunicación).
    • Mantente conectado con los vecinos: Ofrece compartir agua, alimentos o mantas. En muchos casos, un vecino puede tener una generadora de repuesto o un techo mejor sellado.
    • Escucha actualizaciones oficiales: Las autoridades locales a menudo emiten instrucciones de seguridad después del caos inicial. Sigue estrictamente los órdenes de evacuación; no esperes una ventana "más tarde".

 

Al finalizar los primeros días, habrás establecido un entorno estable y autosuficiente que pueda sostener a tu familia por una semana o más, siempre que gestiones los recursos eficientemente.

 

Las Primeras Semanas: Transición hacia la Recuperación a Largo Plazo.

 

1. Resiliencia de Agua y Alimentos.

 

  • Encuentra fuentes locales de agua.
    • Realiza pruebas para detectar contaminación en el agua de pozo o del grifo. Si es posible, instala un filtro o usa agua embotellada como respaldo.
  • Reabastece suministros.

    • Una vez que sepas cuáles proveedores están abiertos, comienza a comprar alimentos frescos, agua limpia y esenciales del hogar.
    • Si una tienda de comestibles sigue cerrada, considera la compra en grandes cantidades o compras cooperativas con la comunidad.

 

2. Reconstrucción de Infraestructura.

 

  • Reparación de techos y ventanas:
    • Contrata a profesionales o utiliza métodos DIY (hazlo tú mismo) para reparar y parchear tu refugio. Usa tablas de madera o chapas metálicas para hacer tu hogar impermeable.
       
  • Restauración de servicios públicos:
    • Trabaja lo antes posible con las compañías locales de servicios públicos para restablecer la electricidad y el gas. Mantén una generadora portátil como solución temporal.

 

3. Controles de Salud y Seguridad.

 

  • Revisión médica profesional:
    • Visita a un médico si tú o alguien en tu hogar está herido o experimenta condiciones crónicas.
    • Apoyo psicológico:
    • El trauma post-desastre puede persistir. Busca consejería o grupos de apoyo si es necesario.

 

4. Documentación e Insurance.

 

  • Documenta los daños:
    • Toma fotos y videos del daño estructural, bienes deteriorados y cualquier condición peligrosa.
    • Presenta reclamaciones de seguros:
    • Envía la documentación a tu proveedor de seguros de manera oportuna. Guarda los recibos por cualquier compra de emergencia (alimentos, agua, alojamiento temporal).

 

5. Construcción de Resiliencia Comunitaria.

 

  • Comparte recursos:
    • Ofrece tu equipo sobrante, herramientas o servicios a tus vecinos.
    • Participa en esfuerzos locales de recuperación:
    • Volúntate para proyectos comunitarios de limpieza o equipos de respuesta a emergencias locales.
    • Construir una red social mejora tu preparación colectiva para futuros eventos.

 

6. Preparación a Largo Plazo.

 

  • Actualiza tu kit de emergencia:
    • Reemplaza el agua, alimentos, baterías y suministros médicos usados.
  • Reevalúa tu plan de evacuación:
    • Mapea rutas hacia lugares seguros, designa puntos de encuentro y asigna responsabilidades para cada miembro de la familia.
  • Invierte en redundancia:
    • Paneles solares, aerogeneradores o una pequeña generadora pueden reducir tu dependencia del sistema eléctrico.

 

Al finalizar las primeras semanas, habrás pasado de la supervivencia a una etapa donde puedes reconstruir, reevaluar y fortalecer la resiliencia de tu hogar.

    En resumen, sobrevivir a un desastre natural o un período de inestabilidad civil requiere acciones inmediatas, esfuerzos sostenidos y planificación a largo plazo. Las primeras horas exigen decisiones rápidas enfocadas en la seguridad, la comunicación y el aseguramiento de suministros esenciales.


Durante los días siguientes, mantener la integridad del hogar, gestionar recursos eficientemente y estar informado son cruciales para soportar las consecuencias posteriores.

A medida que avanza la recuperación en los días y semanas siguientes, reconstruir la infraestructura, abordar preocupaciones de salud y fomentar la resiliencia comunitaria se vuelven prioritarios.
Al tomar pasos que prioricen la seguridad, conserve recursos y construya una red de apoyo, no solo sobrevivirás sino que también fomentarás la estabilidad a largo plazo y la preparación para futuros desafíos.


Recuerda, cada acción que tomes es un paso hacia garantizar no solo tu propia supervivencia sino también el bienestar de quienes te rodean.